viernes, 16 de enero de 2009

A LA LEB ORO EN CALESA DE PLATA

Dieciséis partidos jugados en la ACB, con únicamente dos victorias. Además, de un periplo absolutamente desastroso por pretemporada y un paseo europeo con constantes fracasos. ¿Cuál es la causa de esta horrorosa temporada de Cajasol?

Como ocurre en todos los grandes males, no responde a una sola causa, sino a múltiples. Voy a intentar explicar, desde un punto de vista muy personal, mi opinión sobre esta temporada aciaga y las razones que han llevado a la organización sevillana a tal situación. Aunque realmente para mí la causa principal, de la que todas las demás secundarias se nutren, es una:

Decisiones demasiado mancomunadas
Es complicado saber quién tiene la responsabilidad final de los fichajes en Cajasol. Existe un entrenador, un director deportivo, unos adjuntos al mismo, un presidente y una junta directiva. Pero…¿quién ficha realmente? ¿a quién no se le puede llevar la contraria en materia de contrataciones? Al margen de todo esto, la burocratización hace que la gestión no sea todo lo ágil y rápida que se desea en momentos convulsos. En caso de errores, que en estos dos años con Oriol Humet al frente de la dirección general los ha habido y muchos, las rectificaciones se hacen esperar de forma casi eterna.

Ahora paso a enumerar y explicar el resto de las causas:

Falta de un base organizador

Elmer Bennett se retiró el 21 de octubre de 2008; a día de hoy, todavía no hay recambio de garantías. Bennett venía de hacer un final de temporada increíble, repescado prácticamente de la jubilación deportiva. Sin embargo, se vio desde septiembre que no todo era igual que hacía apenas cuatro meses. Pedro Rivero tuvo que tomar su lugar como base titular, después del retiro de Elmer. Rivero es un base sin experiencia ACB, con una dilatada carrera en categorías inferiores, que sufre muchísimo la diferencia de nivel físico y atlético entre la LEB Oro y la ACB. La falta de un hombre interior que sea referencia ofensiva, le hace tener más encima a los defensores, y corta su tiro exterior. Es un buen “microondas” de anotación perimetral, pero no un director de juego.

El 17 de noviembre, tras un mes calamitoso, Cajasol decide fichar a Tyus Edney, que se encontraba sin equipo tras el lío de “papeles” del Upea Capo D’Orlando. Edney llega fuera de forma, y a los pocos días se lesiona. Casi otro mes después, Cajasol ficha a Dejuan Collins, que había dejado el Lokomotiv ruso, cinco minutos antes de que lo echaran. Collins, un portento físico, prácticamente necesitaba una pretemporada cuando llegó, y en estos momentos no se sabe qué puede aportar al equipo en cuanto a dirección.

Los escoltas reconvertidos a base no están dando resultado: Andrea Pecile, por poner un ejemplo, asume demasiadas responsabilidades y no para de perder balones y tomar malas decisiones. Cajasol es una máquina de encajar parciales abultados por la cantidad de pérdidas que se acumulan cada partido. Hay veces que un saque de fondo o un saque de banda parecen la jugada más complicada del mundo.

Plazas de extracomunitario muy mal cubiertas

Como ya hemos dicho, la plaza de base ha sufrido numerosos contratiempos. Sin embargo, era una de las que se cubría con un extracomunitario. La otra plaza, se cubrió con Warren Carter, una apuesta personal de Manel Comas, secundada por el resto de decisores.

Carter es un jugador con capacidades físicas y atléticas de NBA, con fundamentos por desarrollar. Gran atleta de instituto, recibió numerosas ofertas universitarias de los distintos programas deportivos. Se decidió por Illinois y su gran equipo de baloncesto, donde apenas jugó (y con unos números nada destacados) hasta su tercer año, cuando las lesiones de compañeros, competidores en su puesto, le abrieron hueco. Y ahí sí que aprovechó su oportunidad, con muy buenos encuentros, incluso con más que aceptables porcentajes en los tiros lejanos. Ello le sirvió para jugar un año en Turquía y llamar la atención de Cajasol.

Carter demostró estar muy lejos de lo que se presupone que es un extracomunitario ACB: ni lectura defensiva, ni capacidad de pase en el poste, movimientos en la zona con infracciones constantes, lanzamientos sin rebote, numerosas faltas en ataque,…en fin, que fue cortado después de un gran partido, en números, en la Eurochallenge. Su sustituto fue Nick Caner-Medley, a principios de diciembre: otro perjudicado del caso Capo D’Orlando.

Caner-Medley ha sufrido la falta de pretemporada y de actividad, pero con un coraje y arrojos dignos de de destaque en estas líneas. Nick ha realizado grandes partidos ya, y es una de las pocas alegrías del conjunto de Pedro Martínez.

En resumen: Cajasol, un equipo que lucha por estar en mitad de la tabla, con aspiraciones de Copa del Rey y Playoffs, se ha llevado toda la primera vuelta sin sus dos extracomunitarios al 100%. En estos momentos, parece que uno de ellos, Dejuan Collins, puede que haya terminado su particular pretemporada, y pueda comenzar a aportar. Cojan a cualquier equipo mediano de la ACB y quítenle a sus dos mejores jugadores: pues eso le ha pasado a Cajasol.

Posición de pívot con vacantes

Sólo Juanjo Triguero ha aportado en el interior. Iñaki de Miguel, en la recta final de su carrera, y con constantes lesiones, apenas si ha podido contribuir. Pero el gran fiasco en la posición de pívot se llama Mile Ilic. El serbio, expedientado por el club, tiene que jugar por falta de efectivos. Su aportación es totalmente irregular e impredecible. Un cuerpo para jugar al baloncesto, y una cabeza para estar en la grada, vestido de calle.

Cajasol necesita urgentemente un pívot capaz de aportar algo en ataque y en defensa, al margen de Triguero.

Solapamiento en algunas posiciones

El proyecto cajista se basaba en sus dos piezas extracomunitarias, pero sin desdeñar a la “perla” polaca Michal Ignerski: gran tirador, con buenos movimientos en la media distancia y capacidad de penetración. Ignerski realiza el juego casi de un escolta, pero mide 207 centímetros. Necesita un tiempo adicional para armar su brazo, y es complicado que se zafe en los bloqueos, es decir, la posibilidad de un base que le proporcione el balón en el momento justo es crucial para él. Es de los que más ha acusado la retirada de Bennett.

Prácticamente al cerrar la pretemporada se incorporó Dusko Savanovic, ala-pívot de gran clase y calidad, con demasiada tendencia a irse al perímetro. Pronto se evidenció que en muchos momentos, Savanovic e Ignerski se “estorbaban” cuando coincidían en la cancha. Y por si esto fuese poco, la llegada de Caner-Medley agravó más el problema, puesto que también éste tiene afinidad al perímetro.

Resumiendo: Cajasol tiene tres buenos jugadores, de los que tienen que sacar el proyecto adelante, que prácticamente vienen haciendo el mismo juego en ataque. O llega un base que los organice y los saque del perímetro, o es complicado que compartan minutos.

Defensa exterior

Rara es la jornada donde el equipo contrario no goza de unas estadísticas exteriores magníficas. En el último partido ACB, Larry Lewis anotó cinco triples en el último cuarto. Podríamos citar a decenas y decenas de casos, sin parar, desde Javier Beirán (Estudiantes) en Puertollano (primer partido de pretemporada) hasta hoy. Cajasol es un equipo orientado al ataque, que anota menos de lo que debiera, y defiende de manera nada eficiente.

Debilidad mental

Cajasol es un equipo sumido en la ansiedad, en la derrota, en el cataclismo, en el bache. Puede ir 15 puntos arriba en el marcador pensando que en cualquier momento van a llegar las “vacas flacas”. Por el contrario, en cuanto sufre un parcial mínimo, se funde como la mantequilla en los hornos: los partidos se escapan, aunque sea con rivales directos en la liga o ante rivales inferiores en la Eurochallenge.

El cambio de entrenador no ha servido absolutamente para nada, demostrando que ése no era el problema. Es muy simple: o Dejuan Collins da un salto de calidad en su juego y en el del equipo, y resucita Mile Ilic, o con esta plantilla es imposible de evitar la LEB Oro. Los cambios son la única forma de evitar el desastre. No falta compromiso en la mayoría de jugadores, simplemente es una plantilla completamente descompensada, acuciada por las lesiones y falta de moral y confianza.

Rafael Ramos
Este artículo fue publicado en Basketconfidencial.com el 14/01/2009

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