Ya son 21 temporadas las que han pasado desde que José Antonio Martín Bertrán dirigiera su primer encuentro como colegiado ACB. Este próximo sábado, este joven pero ya experimentado árbitro catalán dirigirá en Vitoria su partido número 700 en la máxima competición del baloncesto nacional.Este próximo sábado, con la disputa del primer partido de semifinales del Playoff entre el TAU Cerámica y Real Madrid, José Antonio Martín Bertrán cumplirá su partido 700 en ACB. Son ya más de dos décadas arbitrando al primer nivel.
“Nunca hubiera pensado llegar a esta cifra arbitrando en ACB. Ha pasado ya mucho tiempo y no te planteas cuando inicias tu carrera que puedas llegar tan lejos”, comenta.Sus inicios en el baloncesto no fueron, sin embargo, como colegiado. “Empecé como jugador y, poco a poco, el gusanillo por este deporte fue creciendo.
Es una sensación difícil de explicar, cada vez te gusta más y más. Al final, decidí colgar los pantalones cortos y cogí el silbato”. “Recuerdo mi primer partido en ACB. Fue un Dyc Breogán–Caja Ronda, en la temporada 1988-89, junto a Álvaro Herrera.”
Tras él, 698 encuentros más. “Mi recuerdo más señalado fue la final entre el TAU Cerámica y el Real Madrid en la temporada 2004-05. Todo el mundo recuerda el quinto partido de esa fase final por el famoso triple de Herreros en el último segundo. Más allá de este histórico apunte, yo viví esa final de una manera muy especial.
El tercer y el quinto partido lo arbitramos Juan Carlos Arteaga, Oscar Perea y yo. Se creó un ambiente de grupo maravilloso, la concentración y entendimiento entre los tres fue espectacular. Estos son partidos difíciles de olvidar”.
Sobre sus compañeros a lo largo de estos años, el colegiado catalán solo tiene elogios: “Todos los compañeros con los que he compartido estos años de profesión han sido un referente para mi. De todos he aprendido algo”. Pero “en especial me gustaría destacar a un colectivo, el de los jefes de arbitraje ACB con los que he trabajado, que, de una forma u otra, han sido importantes en mi carrera. Pero por su importancia en mi desarrollo como árbitro, quiero destacar a José Vallejo, director de la Escuela de Árbitros de Barcelona, y Josep Marcé, ex árbitro ACB.”El árbitro considera que la base fundamental para intentar ser mejor cada día “es la constancia y el trabajo duro”. Esas virtudes le han llevado a ser un referente en el mundo arbitral a nivel nacional y europeo. “Es un halago que se pueda decir esto de mi. Con trabajo y humildad todo llega. El trabajo es lo más importante para intentar ser cada día un poco mejor”.
Información: Comunicación ACB
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