Después de un fin de semana marcado por las imágenes del infarto del jugador de la U.D. Salamanca Miguel García, el nuevo doctor del CB Granada ha querido exponer cuáles son los medios sanitarios con lo que se cuenta en los partidos ACB y qué opina al respecto de lo acontecido en los últimos días.
Cuando un profesional como UD. ve las imágenes acontecidas el pasado domingo en el Estadio Helmántico ¿Qué se le pasa por la cabeza?
Pues que la medicina, por desgracia, no es exacta. Por muchas pruebas que realicemos a un deportista o a una persona de la calle estas cosas siguen pasando. Lo que no hay que ser es alarmista, la clave está en la prevención y en contar con los medios necesarios para atender este tipo de situaciones
¿Con qué elementos cuenta un profesional médico a la hora de tratar este tipo de problemas cardiacos durante un partido ACB o entrenamiento?
El CB Granada, al igual que el resto de clubes, cuenta con un desfibrilador semiautomático, totalmente revisado, tanto en la cancha como en el resto de las dependencias del club; también tenemos a nuestras espaldas una UVI móvil que nos permite continuar con nuestro trabajo de camino al hospital. Estos elementos marcan la diferencia entre la vida y la muerte, tenerlos a mano es vital.
A todo esto hay que sumar toda la medicación (drogas paso activas), tubos de intubación de distinto calibre…lo que viene a ser un equipo de reanimación cardiopulmonar avanzada.
¿Existen grandes diferencias entre el reconocimiento médico que se realiza a un futbolista con el que se realiza a un jugador de baloncesto?
No hay ninguna, no debe de haberla. A este nivel los reconocimientos son muy estrictos y eso conlleva pruebas de esfuerzo, analítica, ecocardiografías para detectar la mínima posibilidad de que esto suceda.
¿Cuáles son los aspectos clave a la hora de tratar con una situación límite como la acontecida el pasado fin de semana?
Primero reconocer la patología, un desvanecimiento no ocurre “porque sí”, ver si el paciente respira y si su corazón late. Son las normas básicas de una “resucitación”. Esto cuanto antes se haga mejor, porque un paro cardíaco de larga duración puede provocar daños cerebrales irreversibles. En la situación que se dio este pasado fin de semana en Salamanca la actuación de los dos doctores fue vital, su rápida actuación evitó consecuencias mayores.
Los casos de muerte súbita en el mundo del fútbol son más frecuentes que en el baloncesto. ¿Tiene esta cuestión alguna explicación médica?
La respuesta es muy sencilla, el número de personas que practican fútbol a estos niveles es muy superior a las del baloncesto.
Por último, ¿Cuál es su opinión con respecto a que se pueda expulsar a los médicos de los banquillos, ya sea en baloncesto o en otro tipo de deportes profesionales?
Estoy totalmente en contra. El médico en primer lugar es un profesional y luego es aficionado. El doctor no puede perder su sitio en el banquillo ya que, en una situación crítica, su cercanía al paciente puede ser vital. Hay que diferenciar muy bien todo esto, eso no quiere decir que no se nos sancione. Si infringimos las normas existen otro tipo de vías para sancionarnos. Eso sí, si tengo que saltar a la cancha porque un jugador, sea del equipo que sea, de desvanece, no habrá árbitro que me lo impida.
Cuando un profesional como UD. ve las imágenes acontecidas el pasado domingo en el Estadio Helmántico ¿Qué se le pasa por la cabeza?
Pues que la medicina, por desgracia, no es exacta. Por muchas pruebas que realicemos a un deportista o a una persona de la calle estas cosas siguen pasando. Lo que no hay que ser es alarmista, la clave está en la prevención y en contar con los medios necesarios para atender este tipo de situaciones
¿Con qué elementos cuenta un profesional médico a la hora de tratar este tipo de problemas cardiacos durante un partido ACB o entrenamiento?
El CB Granada, al igual que el resto de clubes, cuenta con un desfibrilador semiautomático, totalmente revisado, tanto en la cancha como en el resto de las dependencias del club; también tenemos a nuestras espaldas una UVI móvil que nos permite continuar con nuestro trabajo de camino al hospital. Estos elementos marcan la diferencia entre la vida y la muerte, tenerlos a mano es vital.
A todo esto hay que sumar toda la medicación (drogas paso activas), tubos de intubación de distinto calibre…lo que viene a ser un equipo de reanimación cardiopulmonar avanzada.
¿Existen grandes diferencias entre el reconocimiento médico que se realiza a un futbolista con el que se realiza a un jugador de baloncesto?
No hay ninguna, no debe de haberla. A este nivel los reconocimientos son muy estrictos y eso conlleva pruebas de esfuerzo, analítica, ecocardiografías para detectar la mínima posibilidad de que esto suceda.
¿Cuáles son los aspectos clave a la hora de tratar con una situación límite como la acontecida el pasado fin de semana?
Primero reconocer la patología, un desvanecimiento no ocurre “porque sí”, ver si el paciente respira y si su corazón late. Son las normas básicas de una “resucitación”. Esto cuanto antes se haga mejor, porque un paro cardíaco de larga duración puede provocar daños cerebrales irreversibles. En la situación que se dio este pasado fin de semana en Salamanca la actuación de los dos doctores fue vital, su rápida actuación evitó consecuencias mayores.
Los casos de muerte súbita en el mundo del fútbol son más frecuentes que en el baloncesto. ¿Tiene esta cuestión alguna explicación médica?
La respuesta es muy sencilla, el número de personas que practican fútbol a estos niveles es muy superior a las del baloncesto.
Por último, ¿Cuál es su opinión con respecto a que se pueda expulsar a los médicos de los banquillos, ya sea en baloncesto o en otro tipo de deportes profesionales?
Estoy totalmente en contra. El médico en primer lugar es un profesional y luego es aficionado. El doctor no puede perder su sitio en el banquillo ya que, en una situación crítica, su cercanía al paciente puede ser vital. Hay que diferenciar muy bien todo esto, eso no quiere decir que no se nos sancione. Si infringimos las normas existen otro tipo de vías para sancionarnos. Eso sí, si tengo que saltar a la cancha porque un jugador, sea del equipo que sea, de desvanece, no habrá árbitro que me lo impida.
Información y foto: Comunicación CB Granada
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