El base de Evanston se despide del baloncesto explicando que “no quiero estar en un equipo cuando mi nivel no es el que yo me exijo mí mismo” y agradeciendo “la confianza ciega que el Cajasol y Manel Comas depositaron en mí la pasada campaña”
Elmer Bennett puso punto y final este pasado martes a una carrera deportiva que apuró hasta más de dos décadas de baloncesto.
Elmer Bennett puso punto y final este pasado martes a una carrera deportiva que apuró hasta más de dos décadas de baloncesto.
El base de Evanston ha querido despedirse del Cajasol y de todos los aficionados al deporte de la canasta exponiendo los argumentos que le han llevado a tomar “la decisión más difícil de mi vida”, como él mismo apunta: “Siempre me he preguntado cuándo llegaría este momento. Sobre todo desde mi etapa en el Tau Vitoria pensaba que cuánto duraría y siempre dije que seguiría hasta que no tuviera la alegría e ilusión del primer día, que jugaría mientras me sintiera útil”. “He llegado a un momento en que siento que no puedo ayudar a mis compañeros. Ayudar en la pista siempre ha sido mi función y ahora no lo estoy haciendo al máximo. No quiero estar en un equipo cuando mi nivel no es el que yo me exijo a mí mismo. No quiero estar sin ayudar al rendimiento del equipo”, ha añadido.
Bennett ha agradecido la “confianza ciega que el Cajasol y Manel Comas depositaron en mí la pasada campaña, cuando llevaba siete meses sin jugar. A Manel hay que darle un diez por toda la confianza que me dio, jugara bien o mal” y también se ha acordado de la afición: “Sólo puedo estarles agradecido por el magnífico trato que he recibido. La ciudad es maravillosa y he pasado una magnífica etapa. También en las otras ciudades de España en que he estado me trataron fenomenal. España es como mi segunda casa”. “El de ayer fue un día triste, durísimo, para mí, porque esto me duele mucho. Sabía que algún día llegaría, pero no imaginaba que podría sufrirlo así”, ha apuntado.
Ahora el ya ex jugador volverá a Estados Unidos con su familia, uno de los aspectos que de alguna forma también han contribuido a que diera este paso: “Hay muchas cosas que influyen en un jugador y, en mi caso, este puede ser otro aspecto. Estar lejos de la familia es duro. Yo ya había hablado con ellos y decidimos que viviríamos en Estados Unidos porque no iba a estar jugando hasta los cincuenta…El año pasado ya pensaba en retirarme, pero llegó la oferta del Cajasol y tuve esas ganas de poder ayudar en un proyecto que tenía dificultades. Creo que era lo correcto sabiendo que era una decisión difícil para mi familia. Si tienes ilusión, un deportista nunca quiere dejarlo y cuando llega una opción que te hace sentirte jugador lo intentas. Este año será duro para el equipo, hay que sufrir para ganar los partidos porque está liga es muy complicada, y he llegado a un momento en que no juego a un nivel aceptable para mí”.
Bennett ha agradecido la “confianza ciega que el Cajasol y Manel Comas depositaron en mí la pasada campaña, cuando llevaba siete meses sin jugar. A Manel hay que darle un diez por toda la confianza que me dio, jugara bien o mal” y también se ha acordado de la afición: “Sólo puedo estarles agradecido por el magnífico trato que he recibido. La ciudad es maravillosa y he pasado una magnífica etapa. También en las otras ciudades de España en que he estado me trataron fenomenal. España es como mi segunda casa”. “El de ayer fue un día triste, durísimo, para mí, porque esto me duele mucho. Sabía que algún día llegaría, pero no imaginaba que podría sufrirlo así”, ha apuntado.
Ahora el ya ex jugador volverá a Estados Unidos con su familia, uno de los aspectos que de alguna forma también han contribuido a que diera este paso: “Hay muchas cosas que influyen en un jugador y, en mi caso, este puede ser otro aspecto. Estar lejos de la familia es duro. Yo ya había hablado con ellos y decidimos que viviríamos en Estados Unidos porque no iba a estar jugando hasta los cincuenta…El año pasado ya pensaba en retirarme, pero llegó la oferta del Cajasol y tuve esas ganas de poder ayudar en un proyecto que tenía dificultades. Creo que era lo correcto sabiendo que era una decisión difícil para mi familia. Si tienes ilusión, un deportista nunca quiere dejarlo y cuando llega una opción que te hace sentirte jugador lo intentas. Este año será duro para el equipo, hay que sufrir para ganar los partidos porque está liga es muy complicada, y he llegado a un momento en que no juego a un nivel aceptable para mí”.
Información: Dpto de Comunicación de Cajasol
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