El técnico gallego y el joven canterano, entrenador y jugador de la selección Sub16, respectivamente, se proclamaron en el día de ayer campeones de Europa en una vibrante final ante la anfitriona Lituania
La selección española Sub16 se proclamó ayer campeona de Europa de la categoría en una intensa final ante la anfitriona Lituania. El día después, saborean el éxito todos y cada uno de los componentes de la expedición nacional, y muy especialmente el entrenador del combinado español, el cajista Diego Ocampo, quien asegura sentirse “muy contento del éxito conseguido por el equipo, porque ha sido un campeonato muy duro”. En este sentido, el gallego afirma que “estoy muy orgulloso de todo el grupo, tanto de técnicos como de jugadores, porque ha habido momentos muy difíciles, como el partido de cuartos en que te lo jugabas todo; y a pesar de ello nos hemos hecho con el oro”.
Para Ocampo, una de las claves del éxito ha sido, sin duda, “la dureza mental de unos chicos de tan sólo dieciséis años; eso, unido a que hemos sido un equipo, es decir, que siempre hemos primado los objetivos comunes a los individuales, ha hecho posible la consecución de esta medalla”. El técnico ayudante del Cajasol señala, asimismo, que “en once días de competición, en los que hemos jugado nueve partidos, hemos vivido muchas sensaciones y mucha tensión, pero sin duda uno de los momentos más agradables fue justo al acabar la final, cuando fuimos conscientes de que habíamos hecho realidad un sueño”. “Ha sido un campeonato muy bonito, con un ambiente excelente, en el que hemos podido disfrutar de todo lo bueno que rodea al baloncesto”, añade.
Sobre Ricardo Pámpano, el joven jugador cajista que ha participado del éxito de la selección Sub16, Ocampo asegura que “ha aportado muy buena defensa y ha sido capaz de hacer jugar al equipo dentro de la disciplina colectiva; sobre todo en los momentos difíciles, ha dirigido al equipo y ha hecho buenos a los compañeros”. Igualmente, el gallego señala que “es muy joven, tiene mucho trabajo por delante, y espero que esto le sirva como refuerzo positivo para seguir trabajando”.
Por último, Ocampo manifiesta que “después de esto aún tengo más ganas de empezar a trabajar con el equipo ACB, y de ayudar a Joan Plaza y al equipo a hacer la mejor campaña posible siempre basándonos en el trabajo y la humildad”.
Y al igual que Diego Ocampo, el joven cajista Ricardo Pámpano disfruta hoy del éxito cosechado por el combinado nacional. El cadete asegura sentirse “muy feliz porque esto es lo máximo a lo que podíamos aspirar”. Pámpano señala que “ha sido una competición muy dura en la que hemos jugado partidos muy competidos; pero al final hemos visto recompensado el trabajo tan intenso que hemos venido realizando ya desde la concentración de Guadalajara”.
El cajista, para quien el momento inolvidable del campeonato es, sin duda, “cuando subimos al podio a recoger las medallas”, afirma que “la base del éxito ha sido que somos una familia y nunca ha habido problemas entre nosotros sino todo lo contrario, hemos trabajado siempre con ganas”.
Pero a pesar del oro europeo Pámpano mantiene los pies en el suelo: “sé que esto es una carrera de fondo; ganar el Europeo ha sido un premio al trabajo realizado, pero sé que hay que seguir trabajando cada vez más duro porque el camino es muy difícil, y ese es mi objetivo de cara al próximo año”.
La selección española Sub16 se proclamó ayer campeona de Europa de la categoría en una intensa final ante la anfitriona Lituania. El día después, saborean el éxito todos y cada uno de los componentes de la expedición nacional, y muy especialmente el entrenador del combinado español, el cajista Diego Ocampo, quien asegura sentirse “muy contento del éxito conseguido por el equipo, porque ha sido un campeonato muy duro”. En este sentido, el gallego afirma que “estoy muy orgulloso de todo el grupo, tanto de técnicos como de jugadores, porque ha habido momentos muy difíciles, como el partido de cuartos en que te lo jugabas todo; y a pesar de ello nos hemos hecho con el oro”.
Para Ocampo, una de las claves del éxito ha sido, sin duda, “la dureza mental de unos chicos de tan sólo dieciséis años; eso, unido a que hemos sido un equipo, es decir, que siempre hemos primado los objetivos comunes a los individuales, ha hecho posible la consecución de esta medalla”. El técnico ayudante del Cajasol señala, asimismo, que “en once días de competición, en los que hemos jugado nueve partidos, hemos vivido muchas sensaciones y mucha tensión, pero sin duda uno de los momentos más agradables fue justo al acabar la final, cuando fuimos conscientes de que habíamos hecho realidad un sueño”. “Ha sido un campeonato muy bonito, con un ambiente excelente, en el que hemos podido disfrutar de todo lo bueno que rodea al baloncesto”, añade.
Sobre Ricardo Pámpano, el joven jugador cajista que ha participado del éxito de la selección Sub16, Ocampo asegura que “ha aportado muy buena defensa y ha sido capaz de hacer jugar al equipo dentro de la disciplina colectiva; sobre todo en los momentos difíciles, ha dirigido al equipo y ha hecho buenos a los compañeros”. Igualmente, el gallego señala que “es muy joven, tiene mucho trabajo por delante, y espero que esto le sirva como refuerzo positivo para seguir trabajando”.
Por último, Ocampo manifiesta que “después de esto aún tengo más ganas de empezar a trabajar con el equipo ACB, y de ayudar a Joan Plaza y al equipo a hacer la mejor campaña posible siempre basándonos en el trabajo y la humildad”.
Y al igual que Diego Ocampo, el joven cajista Ricardo Pámpano disfruta hoy del éxito cosechado por el combinado nacional. El cadete asegura sentirse “muy feliz porque esto es lo máximo a lo que podíamos aspirar”. Pámpano señala que “ha sido una competición muy dura en la que hemos jugado partidos muy competidos; pero al final hemos visto recompensado el trabajo tan intenso que hemos venido realizando ya desde la concentración de Guadalajara”.
El cajista, para quien el momento inolvidable del campeonato es, sin duda, “cuando subimos al podio a recoger las medallas”, afirma que “la base del éxito ha sido que somos una familia y nunca ha habido problemas entre nosotros sino todo lo contrario, hemos trabajado siempre con ganas”.
Pero a pesar del oro europeo Pámpano mantiene los pies en el suelo: “sé que esto es una carrera de fondo; ganar el Europeo ha sido un premio al trabajo realizado, pero sé que hay que seguir trabajando cada vez más duro porque el camino es muy difícil, y ese es mi objetivo de cara al próximo año”.
Información: Dpto. de Comunicación de Cajasol
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